- María Benítez Trigos (Lideresa de pescadores y pescadoras del río Magdalena y Centro de Pensamiento Río Magdalena); Carolina Hernández Rodríguez (Universidad Nacional de Colombia, Université Sorbonne Nouvelle y Centro de Pensamiento Río Magdalena); Alice Beuf (Universidad Nacional de Colombia y Centro de Pensamiento Río Magdalena); Melba Quijano (Universidad Nacional de Colombia y Centro de Pensamiento Río Magdalena)
-
María es ribereña, lideresa y cartógrafa empírica. Para defender los territorios del río Magdalena y la pesca artesanal, María construye cartografías participativas que le dan voz al río. En ellas se representan las conexiones complejas que existen entre ríos, montañas, ciénagas; así como las memorias colectivas de las intervenciones que han implicado rupturas de conectividad de los territorios del río.
-
-
Todas las fotos son cortesía de María Benítez
Imagen maestra: Mapa de las transformaciones de los complejos cenagosos del corregimiento del Dique, municipio de Morales (Bolívar). Fecha: 2023Foto 2: Mapa del antes y después del complejo cenagoso de Morales (Sur de Bolívar). Fecha: 2023
Foto 3: María y las personas que construyeron el mapa del antes y el después en el río la Miel (cuenca del Magdalena). Fecha: 2023
-
Las conexiones están en el centro de los ejercicios de cartografía que realiza María. Conexiones entre personas, entre el río y sus habitantes. Entre diferentes territorios de agua del río. El río Magdalena ha sufrido por las intervenciones y las infraestructuras que han generado una pérdida de conectividad, que no aparece en la cartografía oficial, ni se ve en las imágenes satelitales. Lo que busca María con este ejercicio es convocar a los habitantes del río, que lo conocen mejor que nadie, para trazar en conjunto las memorias de las transformaciones de ecosistemas y de formas de vida, y hacer evidentes estas rupturas de conectividad.
Los mapas de María nos muestran el antes, el que habita en la memoria colectiva de la/os habitantes de cada lugar, y el después, los resultados de las intervenciones, las infraestructuras, la contaminación. Las reflexiones y las memorias se plasman en telas pintadas a mano, de dimensiones variables. «Lo más importante es que las personas se vean realmente reflejadas en sus mapas. Cada ciénaga, caño corregimiento, qué se cultivaba, qué significa cada conexión.»
Para María, es fundamental rescatar el papel de las mujeres, tanto en la pesca artesanal como en los procesos organizativos, donde han sido invisibilizadas históricamente. Es más, María nos propone entender el río como una mujer. Las ciénagas son su vientre, que se conecta al canal principal a través de caños, que permiten a los peces salir a desovar, a continuar sus historias de vida (ver Foto 1). Y como a las mujeres, es preciso abrirle espacios al río para que levante su voz y se haga sentir. Estos mapas son ese espacio.
Los ejercicios de cartografía inician convocando a las personas, la mayoría pescadores. Para iniciar la construcción de un mapa «uno comienza hablando con ellos, conectarlos, ¿para ellos qué es la pesca? ¿qué significa la pesca? ¿qué significa el río? Luego comienza a decirles como es la metodología, ellos comienzan a conectarse y yo comienzo a dibujar. Y ellos comienzan a decir, quite, ponga, borre, haga».
Los ejercicios de cartografía permiten identificar las verdaderas causas de la degradación de los espacios del río, de la pérdida de la pesca y del despojo de los territorios de agua.
«Había un problema, la gente de la parte alta del río decía que ya no había subienda porque nosotros los de la parte baja taponábamos los [peces] bocachicos, no los dejábamos salir o que nosotros usábamos artes ilícitas de pesca. Entonces, para eso se construyó esta cartografía para que ellos se dieran de cuenta que las grandes ciénagas que aportan la cantidad de peces a la subienda hoy en día tienen obstáculos, no tienen la conectividad» (ver foto 2). Los territorios anfibios están atravesados por las cicatrices que han dejado los caños artificiales, los diques, los jarillones, las represas. Estas intervenciones cortan la conectividad de agua, peces y personas, a lo largo de toda la cuenca.Los mapas se han convertido en instrumentos de defensa del territorio, «para exigir la restitución del agua. Porque se habla mucho de restitución de tierras, pero es igual de importante hablar de la restitución del agua». Con el conocimiento plasmado en telas se puede defender el territorio y proponer acciones «que reconozcan que somos un territorio anfibio», hacia la recuperación de las conectividades. Y para evitar que se sigan proponiendo proyectos que desconocen las realidades y conocimientos locales. «Aquí hay muchos problemas, pero se pueden priorizar desde el conocimiento de la gente».
En el río La Miel en el departamento de Caldas (Foto 3), los habitantes han podido utilizar el mapa para demostrar los efectos que tuvo la primera hidroeléctrica construida en su territorio, y evitar la construcción de una nueva. Los mapas de María son políticos, son arte y son memoria.
Mapear para dar voz al río. La cartografía social de María Benítez en el río Magdalena
